Desde una perspectiva estrictamente técnica y arquitectónica especializada en planeación de obra, la situación que enfrenta la comunidad escolar de la Escuela Secundaria Técnica No. 3 representa una condición crítica de riesgo estructural, operativo y humano debido a la ejecución de una obra de infraestructura mayor (estación del Teleférico de Morelia) a escasos metros del plantel educativo. Este análisis se desglosa en los siguientes puntos categóricos:
- Vibraciones mecánicas: afectaciones estructurales acumulativas
Las obras con maquinaria pesada —como lo son compactadores de 12 toneladas con radios de impacto de hasta 10 metros— generan ondas sísmicas mecánicas que afectan la estabilidad de estructuras aledañas, especialmente las que, como en este caso, tienen antigüedad estructural y probablemente no fueron diseñadas para resistir estas cargas dinámicas.
Riesgo crítico: La vibración, incluso reducida posteriormente a una tonelada de carga, no es inocua. Ha quedado demostrado en la aparición de grietas diagonales, que son indicativas de movimientos estructurales y no simplemente fisuras por asentamiento o desgaste superficial. - Subestimación del tipo de daño: “muro divisor vs. daño estructural”
La insistencia de las autoridades en que “solo es un muro divisor” minimiza la realidad técnica del daño. Un muro divisor puede colapsar sin previo aviso en presencia de vibraciones constantes, lo que puede:
- Herir físicamente a los ocupantes del aula o pasillos contiguos,
- Provocar pánico o estampidas, con consecuencias aún mayores,
- Y, en caso de colapso parcial, comprometer la integridad global del espacio contiguo, generando más fallas estructurales.
Riesgo inmediato: La permanencia de alumnos en espacios con elementos de albañilería fisurados viola principios básicos de habitabilidad segura establecidos en la normatividad NTC 2023 y el RCDF.
- Ausencia de estudios previos de mecánica de suelo y de impacto estructural
Toda construcción colindante con un edificio debe iniciar con estudios de mecánica de suelos, levantamiento estructural y análisis de impacto ambiental y urbano. La falta de estos estudios, reconocida por Protección Civil y los propios funcionarios, representa una negligencia técnica grave.
Riesgo sistémico: Sin conocer la resistencia del terreno, es imposible predecir cómo las cargas y vibraciones afectan la cimentación existente. No hacerlo constituye una violación directa al principio de “seguridad estructural antes del uso”. - Vulnerabilidad de la comunidad escolar ante emergencia no planeada
Se ha evidenciado que:
- Los simulacros de evacuación son deficientes (pocos alumnos logran evacuar),
- No existen planes internos de protección civil actualizados, ni revisión de rutas de evacuación bajo un nuevo contexto de obra.
- Y, no se realizó el censo ni los estudios de seguridad previos a la obra, lo cual en sí es un fallo legal y técnico.
Riesgo funcional: Si ocurre una contingencia durante la jornada escolar, no hay garantía de que los niños y personal evacúen sin pérdidas humanas o lesiones graves.
- Ambiente emocional alterado y carga cognitiva por estrés
Desde el enfoque de arquitectura educativa, el ambiente físico determina en gran medida el desempeño y bienestar emocional del alumno. Las vibraciones, el ruido, la percepción de inseguridad y el miedo expresado por docentes y alumnos, son síntomas de un ambiente no apto para el aprendizaje.
Riesgo psicoeducativo: No solo existe un riesgo físico, sino un daño invisible en el proceso educativo y emocional, especialmente si se prolonga esta exposición en el tiempo. - Desconfianza institucional y autogestión de seguridad por padres
La comunidad escolar ha tenido que intervenir directamente en la gestión del riesgo debido a la ausencia de protocolos institucionales formales, firmas de responsabilidad legal y dictámenes independientes. Esto denota que:
- La seguridad no está garantizada por las autoridades correspondientes,
- Y se está dependiendo de la palabra verbal de funcionarios sin capacidad de firma jurídica.
Riesgo legal y ético: En caso de siniestro, no hay un responsable técnico ni legal que haya garantizado la seguridad estructural, lo que vulnera los derechos fundamentales de los alumnos a estudiar en un entorno seguro.
Conclusión Arquitectónica Categórica
Permitir la permanencia de estudiantes en un edificio con daños visibles, sin dictamen estructural, sin estudios de mecánica de suelo, y en proceso de exposición a vibraciones por maquinaria pesada representa un acto de negligencia técnica, administrativa y moral.
Desde la ética profesional y los principios de la arquitectura responsable, lo único técnicamente viable es:
- La suspensión total de actividades presenciales mientras no existan dictámenes estructurales firmados por un DRO independiente y colegiado, validados por un peritaje externo.
- La reubicación temporal o virtualización del ciclo escolar mientras se garantiza la integridad física y emocional de los menores.
- Y la exigencia de una revisión completa de los permisos, estudios y normativas omitidas, con la presencia de colegios de ingenieros y arquitectos como entes vigilantes.