“YA SE ASOMA LA NAVIDAD”

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ÓPTICAS CONSTRUCTIVAS

DR. ROGELIO DÍAZ ORTIZ

Nos acercamos al final del 2023, durante la presente semana se realizan las tradicionales posadas, el próximo domingo será “nochebuena” y un día después navidad.

El ritmo laboral ha venido disminuyendo en los últimos días, las instancias académicas se encuentran de vacaciones y en breve lo hará el sector burocrático y de gobierno de todo el país.

El gélido clima contrasta con la calidez de las reuniones familiares, los encuentros con los amigos y la despedida, por unos días, de nuestros compañeros laborales.

Las ciudades se han llenado de luces multicolores, en muchas de ellas se han instalado emblemáticos árboles de navidad, en otras se realiza un rico y versátil programa de actividades lúdicas y culturales convirtiéndose en un oasis que “nos aleja” por unos días de nuestra cotidianidad.

Algunos ya disfrutan y gastan el ansiado “aguinaldo”, en tanto que otros esperan poder recibirlo para cubrir necesidades primarias e incluso para poder llevar a cabo las tradicionales cenas de navidad y fin de año en sus hogares.

La magia de la mercadotecnia “provoca” que la Navidad sea momento de consumo, del gasto en caros obsequios que muchas veces tienen efímera utilidad y solo cumplen con un ritual social, careciendo de auténtica intención de cariño.

Aunque no son pocos quienes gastan el “ansiado” aguinaldo para llevar a su familia un presente cargado de ilusión y amor en un ejercicio que refrenda identidad, pertenencia y orgullo.

Estoy seguro que más allá de estas muestras de auténtico cariño, siempre serán más valorados un abrazo sincero, una caricia, una llamada o mensaje, una cena modesta pero aderezada de amor, aunque cada quien da lo que quiere y puede.

Los restaurantes, cafés, hoteles y plazas comerciales lucen sus mejores galas para recibir al numeroso contingente de ciudadanos de la localidad, así como a los visitantes nacionales y extranjeros dispuestos a consumir y gastar, contribuyendo con ello a dinamizar nuestra alicaída economía.

Lamentablemente durante este período siguen presentándose actos de intolerancia, violencia e inseguridad que empañan el sentimiento de armonía y paz que estas fechas suelen provocar.

Durante todo el año, pero de manera especial en el mes del nacimiento de Jesús, deseamos que se privilegien coincidencias, se diluyan aparentes diferencias, se expresen manifestaciones de respeto a todas las formas de pensar, aspiramos a que podamos construir escenarios de paz y de verdadera “unidad en la diversidad”.

El nacimiento de Jesús no es propiedad de nadie ni se limita a un idioma, religión, latitud, posición social o ideología política.

Es un regalo del Creador para recordarnos la importancia de convivir en paz, la posibilidad de pensar diferente, pero nuestra capacidad para construir metas comunes.

Es durante esta temporada que suelen amalgamarse sentimientos y emociones, espiritualidad y religión, mercadotecnia y gratitud.

Son las fiestas navideñas excusa para disfrutar de lo sencillo, del valor de una sonrisa, un abrazo, una mirada, una humeante taza de ponche o café, de nuestras tradicionales posadas, su gastronomía, música y en especial de la compañía de todos a quienes amamos.

De la experiencia de “romper” una piñata y prender una luz de bengala, de la calidez que proporciona una “fogata” al lado de nuestros afectos, a portar gorra, guantes, suéter, abrigo y bufanda, guardados durante los últimos once meses, pero que hoy son prendas que distinguen al invierno y que nos permitiráenfrentar al gélido clima que le caracteriza.

La Navidad se aproxima así que preparemos nuestro corazón para recibirle, para evocar a quienes físicamente no están con nosotros pero que nunca se han ido.

Soy de los que consideran que la Navidad es una de las mejores épocas del año, ya que suele ser extraordinario marco para diluir supuestos y malos entendidos, para perdonar cualquier afrenta y restablecer comunicación con quienes en algún momento formaron parte de nuestros afectos y que hoy se encuentran lejanos, para manifestar a nuestros amigos y familiares cuanto les valoramos y necesitamos.

Hagamos una tregua a la cotidianidad y démonos permiso para que, sin restricción alguna, la felicidad se posesione de nuestros hogares y se integre de manera permanente en nuestras vidas…

Desde el fondo del corazón deseo para todos los lectores y escuchas de este espacio que salud, paz, amor, felicidad, satisfacciones y éxitos los acompañen en esta época y se conviertan en fieles acompañantes durante toda su vida.

Que así sea¡!!

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