Ópticas Constructivas

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

“Pis Pas… pis pas… calis calas… pum! ¡San Nicolas!

El próximo 15 de octubre será, como cada año, una fecha especial para los nicolaitas al festejarse el 106° aniversario de la fundación de la Casa de Hidalgo.

Sus antecedentes históricos se remontan a 1540, en la ciudad de Pátzcuaro, al Colegio de San Nicolás Obispo fundado por don Vasco de Quiroga.

En 1580, se fusiono con el Colegio de San Miguel de Guayangareo y se trasladó a Valladolid, hoy Morelia.

Su identidad se encuentra “ligada” al nombre de personajes como Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos e Ignacio López Rayón.

Al comenzar el siglo XIX, las consecuencias del movimiento de independencia llevaron al gobierno virreinal a clausurar el Colegio.

El gobernador Melchor Ocampo procedió a su reapertura, el 17 de enero de 1847, dándole el nombre de Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo.

Al morir Ocampo, regala su biblioteca y corazón al Colegio, sitio en donde actualmente se resguardan.

El 15 de octubre de 1917 el Gobernador Pascual Ortiz Rubio promulgó el Decreto número 9, el cual fue aprobado por el Congreso del Estado, creándose la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

La institución se formó con el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo, las escuelas de Artes y Oficios, Industrial y Comercial para Señoritas, Superior de Comercio y Administración, Normal para profesores, Normal para profesoras, Medicina y Jurisprudencia, además de la Biblioteca Pública, los Museos Michoacano y de la Independencia, así como el Observatorio Meteorológico del Estado.

Convirtiéndose en la primera Universidad autónoma en Latinoamérica.

Su escudo tuvo su origen en el escudo familiar de Don Vasco de Quiroga; ya que éste lo utilizó cuando funda el Colegio de San Nicolás, como sello de documentos oficiales.  

Es de tipo “español moderno”, cuartelado en cruz, que generan 4 partes con sus respectivas ideografías. Sus colores son 5 en total: fondos en rojo o verde, con elementos en blanco, azul índigo y dorado.

En el primero de sus cuarteles, se aprecian seis dados dispuestos en pares con puntos. El primer par tiene uno y cuatro puntos, el siguiente dos y cinco puntos y el último tres y seis puntos.

En el segundo cuartel está incluida la cruz ancorada, típica de los escudos de armas y símbolo de esperanza o del nuevo comienzo.

Cinco clavas o garrotes de madera, pueden observarse en el tercer cuartel.

En el último se encuentra un árbol ciprés sobre un pequeño monte, junto a una punta de lanza como remate inferior.

En la parte superior y al frente del escudo, se aprecia un sombrero episcopal de ala ancha. Además, las ínfulas episcopales se encuentran abrazando la tarja.

La inscripción de la universidad está impresa sobre un listón que proviene de un círculo. Lo sostienen dos antorchas encendidas, las cuales representan las ciencias y las humanidades. Finalmente, en la zona inferior del emblema rematan dos ramas cruzadas: una de laurel y otra de olivo.

Significa: Dados a la armonía bajo la sombra de la cruz, unidos fraternalmente hacia la luz del saber y la enseñanza, en la paz y la victoria.”

Su lema es: “Cuna de héroes, crisol de pensadores”

Hoy en día, está integrada por una comunidad de más de sesenta mil personas, es la máxima casa de estudios en Michoacán y una de las mejores en el país.

Cuenta con siete escuelas preparatorias, una carrera técnica en enfermería, una carrera de técnico superior universitario en seguridad pública, 43 licenciaturas y 71 programas de posgrado.

A lo largo de su historia, la Universidad Michoacana ha tenido 48 rectores, de ellos dos han sido mujeres.

Actualmente, desde el 7 de enero del 2023, la rectora es la Doctora Yarabí Ávila González

La Universidad Michoacana trasciende el ámbito regional recibiendo a estudiantes de otros estados del país, en su mayoría originarios de Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Veracruz y Ciudad de México.

A 106 años de su creación, es el “corazón” de la entidad, su peso específico se expresa en la economía, cultura, arte, política, deporte, investigación y desarrollo.

Caracteriza a su comunidad libre pensamiento, responsabilidad social, crítica propositiva, amor por la naturaleza e intenso liderazgo.

 Enfrenta el reto de renovarse y abrirse a cambios que le den fortaleza en el presente y certidumbre en el futuro.

Para ello requiere unidad en la diversidad, inclusión de todas las voces, eliminación de protagonismos estériles poniendo a la institución por encima de las personas, liderazgo proactivo, amor por la institución y responsabilidad histórica.

La situación económica actual de la Casa de Hidalgo NO es la mejor, por lo que más allá de buscar culpables se debe actuar para solucionar el problema.

Hoy más que nunca se requiere de unidad e inclusión de todos, atrás deben quedar siglas, colores y caudillos.

Estoy seguro que la suma de voluntades, relaciones, inteligencia y creatividad lograrán una solución e iniciará con esperanza un nuevo capítulo en la vida de esta emblemática institución.    

Soy uno de los afortunados egresados de sus aulas, he tenido la oportunidad de ser parte de su planta docente y en su momento de su administración.

Con humildad agradezco su existencia y desde el fondo del corazón me “presumo” orgullosamente nicolaita.

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