Ópticas Constructivas

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

La aventura de vivir EMPIEZA con la locura de SOÑAR

El mes de octubre ha iniciado acercándose inexorablemente el fin del 2023.

En lo personal es una época de contrastes emocionales, de evocaciones que me hacen reír y en ocasiones llorar, de análisis y balance de lo realizado a lo largo de mi existencia, fue un octubre cuando, junto con mi familia, nos instalamos para vivir en Morelia, era 1968, en plenos Juegos Olímpicos.

Fue en el mismo mes cuando falleció mi abuela materna, Dolores Espinosa, después de enfrentar al cáncer de las vías biliares, motivación que me llevó a estudiar la carrera de Medicina ya que de manera presuntuosa creí que aprendería a curar esta enfermedad.

En octubre del 2006 mi mama, Esperanza Ortiz Espinosa, se trasladó al firmamento para “encontrarse” con el creador, dejando una huella imborrable en todos quienes le conocieron y ubicándose como “huésped” de honor en mi corazón.

El décimo mes del 2022 mi querida hermana “Perita” se fue al lado de mis padres, aunque no hay día en que no forme parte de un recuerdo, una anécdota, una enseñanza y un ejemplo.

Quizá por ello es que, al recibir la invitación de una instancia educativa ubicada en Morelia para charlar, durante esta semana de octubre, sobre medicina, tanatología y donación de órganos de inmediato mis vivencias personales “afloraron” y acepte compartir mis modestos conocimientos y experiencias sobre el tema.

Recordé mis clases de biología en la Preparatoria “Pascual Ortiz Rubio” para identificar las características que poseen todos los seres vivos, iniciando por el elemento más sencillo, es decir una célula.

Ellas son: Crecimiento, reproducción, metabolismo, complejidad, irritabilidad y adaptación al medio ambiente, dejando atrás la simpleza de quienes solo dicen que los seres vivos son quienes nacen, se reproducen y mueren.

Después de la pandemia muchos conceptos se modificaron, cuando creímos que teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas.

Tuvimos que aprender y desaprender con rapidez, la dimensión del tiempo cambio, “descubrimos” la fragilidad de la salud y la vida, las emociones emergieron como un volcán ante la impotencia por despedir a nuestros muertos, para salir de nuestra casa y comunicarnos con nuestros seres queridos.

Conceptos como calidad de vida, muerte digna, resiliencia, bioética, acompañamiento tanatológico, visita al logo terapeuta y/o al psicólogo se convirtieron en parte de nuestra cotidianidad.

Me enseñaron que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

Entendimos que la Tanatología es una disciplina científica que “permite” acompañar al enfermo, antes, durante y en el momento de su muerte. puede definirse etimológicamente como la ciencia encargada de encontrar sentido al proceso de la muerte. “Ayudando a bien morir”. tiene como misión: curar el dolor de la muerte y de la desesperanza, curar a quién está sufriendo ante lo inevitable.

Todos quienes integramos al sector salud aplicamos en nuestro día a día que se puede: «CURAR A VECES, MEJORAR A MENUDO, AYUDAR SIEMPRE»

La Tanatología posee un aspecto muy amplio que abarca no solo al moribundo, sino al sobreviviente y a cualquier persona que vive un trabajo de duelo ocasionado por una gran pérdida, tal es el caso de un divorcio, el despido de un empleo, la amputación de un miembro del cuerpo, la partida de los hijos, una crisis financiera, Anorexia o bulimia, la muerte de una mascota, etc.

El tanatólogo tiene como tareas primarias: Acompañar, escuchar, promover el bienestar, mitigar el dolor, reconciliar, dar esperanza, ayudar a despedirse. Identificar la etapa del duelo; negación, ira, negociación, depresión, aceptación.

Esto me recordó la afirmación de Teilhard de Chardin: “No somos seres humanos que tienen una experiencia espiritual; somos seres espirituales que tienen una experiencia humana”.

Finalmente, esta catarsis de octubre me lleva a concluir que…  LA VIDA SE PIERDE DE MUCHAS FORMAS:

Cuando quieres vivir la vida de otros y no la tuya.

Criticando los errores de otros, y no mejorando los tuyos.

Cuando te lamentas a cada momento por haber fracasado y no buscando soluciones para poder triunfar.

Cuando te la pasas envidiando a los demás, Y no superándote a ti mismo.

Cuando te enfocas solo en las cosas negativas, y dejas de disfrutar las cosas buenas.

La vida no se pierde cuando dejas de respirar, sino cuando dejas de ser feliz.

Estimado radioescucha, apreciado lector deseo que disfrute de las lunas de octubre y de todo aquello que le haga feliz

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