Isaac Newton

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La nochebuena de 1642, un frágil bebé prematuro cuyo padre había muerto meses antes de su nacimiento, fue recibido en el pequeño poblado de Lincolnshire con pocas esperanzas de vida. Aquél infante sería nombrado Isaac Newton en memoria de su fallecido padre.

En un intento por brindar una mejor calidad de vida, su madre Hannah Ayscough, se casa con el reverendo Barnabás Smith.

Lo cual resulta contraproducente, pues él no pensaba hacerse cargo de un pequeño ajeno de tres años.

Isaac es enviado con su abuela para su crianza y manutención. Pasaría ahí los primeros once años de su vida hasta la muerte de su padrastro.

De tal modo que la infancia del pequeño Newton fue solitaria y dolorosa, perdió a su padre y prácticamente a su madre de igual modo.

A la muerte del padrastro, la madre tenía ya dos hijos producto de aquella relación e intentó establecerse en familia junto con Isaac, pero sus hermanastros, al igual que casi cualquier persona ajena a sus abuelos, le resultaban desagradables.

La madre de Isaac, ahora con mayor soltura económica tras enviudecer, quiso dar a su primogénito la educación de un caballero, y lo envió a The King’s School, en Grantham, cumplidos los doce años.

Fue en esta etapa su primer acercamiento real a las matemáticas mediante la aritmética. En este lapso el pequeño Newton aprendió griego y latín, maravillándose con las lenguas.

A pesar de ello, era un estudiante introvertido y al parecer de sus profesores, sin interés alguno en los estudios.

Isaac se hospedó en la casa del Dr. Clark, un farmaceuta, compartiéndola con tres pequeños de edad inferior y la esposa de éste.

La habitación de Isaac pronto se vio repleta de herramientas costeadas con el dinero que su madre le enviaba para la escuela y manutención.

Construía juguetes mecánicos, entre ellos la réplica a escala de un molino de viento, cuyo mecanismo fue igualmente optimizado por Newton.

Clark notó la curiosidad del joven y le brindó acceso a sus materiales de trabajo, pócimas, calderos, botellas, esencias, etc.

Además de darle acceso a los libros de alquimia que utilizaba, de los cuales un ejemplar de Los Misterios de la Naturaleza y el Arte, de John Bate, se convertiría en su inspiración.

Al cumplir 17 años, su madre le ordenó volver a casa para hacerse cargo de la granja con los abuelos, pero su profesor Henry, quien veía el genio del muchacho, suplicó a la madre le dejara quedarse y postularse para la universidad, ella terminó aceptando de muy mala gana. De ese modo, Isaac fue aceptado en el Trinity College de Cambridgde.

Sin embargo, jamás fue un alumno dedicado a los ojos de sus profesores. Prestaba más atención a sus estudios autodidactas ya la biblioteca que a sus clases.

Atendía las obras de los grandes de su tiempo, Fermat, Kepler, Descartes, Viète. El resto de su tiempo lo tuvo que emplear para trabajar a fin de pagar sus estudios, ya que su madre dejó de apoyarlo económicamente. Rara vez socializaba, su mundo era él y los libros. Se graduó como un estudiante mediocre.

Newton conocería a Isaac Barrow, quien habría de ser su profesor de matemáticas y le introduciría en las ideas de Galileo sobre el movimiento y la gravedad.

Tras leer el ejemplar Geometría, de Descartes por Van Schoote, superó a su maestro y ocasionalmente era Barrow quien solicitaba la ayuda de Newton para abordar cuestiones matemáticas.

En el lapso de un año, de 1663 a 1664, mismo año en que se graduó como Bachiller en Artes, Newton aprendió toda la matemática moderna existente en su tiempo. Barrow ya no tenía qué enseñarle al muchacho que obtuvo una beca para poder continuar sus estudios en Cambridge.

Al año siguiente una plaga invadió la universidad y Newton se vio obligado a regresar a casa de sus abuelos, lo que le conduciría a pasar los siguientes 18 meses trabajando en su casa completamente solo.

Durante ese tiempo realizó avances revolucionarios en matemáticas y comenzó a trabajar en su más grande logro: las Leyes de la Gravedad.

El interés de Newton por la geometría y la óptica aumentó, con ello comenzó a enviar sus primeros trabajos y un gran telescopio que él mismo había diseñado a la Royal Society, manteniendo así una activa correspondencia.

Pero no recibió las mejores críticas precisamente, en especial por parte de Robert Hooke. Esto no desalentó a Isaac y continuó con sus estudios sobre la luz, determinando a raíz del famoso fenómeno de refracción de la luz en un prisma, que el color es una propiedad de la luz, no de los objetos.

En base a este descubrimiento elaboró un segundo telescopio que le valió su admisión en la Royal Society.

La manera de adjudicarse un descubrimiento científico en aquél entonces era publicándolo.

Newton jamás buscó el reconocimiento público, él se enfrentaba a retos intelectuales, su simple solución eran constituían la mayor satisfacción en sí misma.

Sin embargo, años después Newton lamentaría no haber hecho públicos sus hallazgos más temprano, en especial sus gigantes avances en cálculo.

Cuando volvió a Cambridge en 1667 e mostró una copia de sus trabajos matemáticos a Isaac Barrow, y tras dos años de persuasión, consiguió que Newton se animase a publicar su obra, el resultado fue su majestuoso ejemplar de Análisis.

Newton pidió a la Royal Society la publicación de un trabajo suyo sobre la Luz, pero ante tal publicación, Robert Hooke lo acusó de haber plagiado parte de las observaciones que él mismo había hecho con anterioridad, también publicadas en su ejemplar Micrografía. Newton indignado y decepcionado, se prometió a sí mismo no volver a publicar.

Para 1669 Newton reemplazó a Isaac Barrow como profesor de matemáticas, para ello era menester fuese ministro de la Iglesia Anglicana.

Adentrado en sus estudios, llegó a la conclusión de que la doctrina de la trinidad, era un simple fraude perpetrado por el Imperio Romano durante los siglos III y IV.

Por supuesto, esto no lo admitiría públicamente. El dios de Newton era un dios personal, un creador que no solo estaba sobre el mundo, que estaba también apartado del mismo, no un dios caprichoso con defectos humanos, sino un dios racional, que se revelaba a través de la naturaleza y las matemáticas.

Newton creía que debía utilizar la inteligencia superior que le había dado dios para recuperar este conocimiento perdido.

En ese mismo año, Newton compró dos hornos e hizo parte de su habitación en Cambridge un laboratorio. Se concentraba tanto en sus experimentos que comía y dormía muy poco.

A menudo olvidaba incluso alimentarse, rara vez se iba a dormir antes de las tres de la mañana. Newton vivía concentrado en sus experimentos sobre física, alquimia y teología.

Creía firmemente que otras civilizaciones antiguas ya conocían los descubrimientos que él mismo había realizado, pero tales se habían perdido en el tiempo.

Newton siempre tuvo una alta estima por su madre, a pesar de que ésta jamás comprendiese su genio. Su muerte en 1679 lo privó de su única relación humana, todo lo que le quedaba era su trabajo.

En aquellos tiempos se pensaba que los astros eran atraídos por una especie de onda marina que los rodeaba, constituida de una materia invisible desconocida.

Eso era lo que ponía orden en el universo. Los cometas eran signo de presagios y superstición, pero para Newton existía una fuerza responsable de todos esos fenómenos.

A partir de una carta de su más acérrimo rival, Hooke, comenzó a interesarse enormemente en la astronomía.

En 1684 Robert Hooke, Edmund Halley, y otros colegas, se reunieron para tratar posibles soluciones matemáticas al movimiento de los cuerpos celestes.

En un punto de la discusión Halley recordó a un profesor reservado en Cambridge, de cuyo genio se rumoraban proezas sobrehumanas, un hombre tímido y reservado de apellido Newton.

Halley decidió acudió personalmente hasta Newton, quien sin mucho ánimo le recibió. Halley planteó la interrogante “si un planeta se mueve en forma elíptica, ¿qué tipo de fuerza estaría operando”. Y Newton respondió, “una fuerza inversa al cuadrado”. A lo que Halley contestó “¿Cómo sabes eso?” e Isaac afirmó “yo mismo lo he probado”.

Pocos meses después Newton le envió un trabajo titulado “Del Movimiento de Los Cuerpos” y Halley se dio cuenta que esa era la solución que todos habían estado buscando.

El problema fundamental, según Newton, era que las matemáticas actuales de ese entonces no eran suficientemente poderosas para lograr tal explicación, por ello él tuvo que preparar un nuevo modo de concebir las relaciones en la naturaleza: el cálculo diferencial e integral.

Maravillado, Halley insistió a Newton publicase su trabajo con mayor detalle para preservarlo como una de las grandes obras científicas de la humanidad. Newton tenía muchas reservas sobre ello, pero Halley logró convencerlo.

En ese entonces la Royal Society estaba carente de fondos, pero era tal la fe que Halley tenía en la obra de Newton que él mismo financió la producción del ejemplar. Un acto por el que futuras generaciones de científicos le estarían agradecidos por siempre.

Newton conocía el potencial de su trabajo, tenía la absoluta certeza de que podrí ser empleado en infinidad de aplicaciones prácticas. Recopiló datos astronómicos sobre el movimiento de cuerpos celestes que él mismo verificó de manera experimental.

El texto fue presentado no como una hipótesis, sino como una fehaciente demostración matemática: Principia.

Utilizando su leyes de gravedad y herramientas matemáticas creadas por sí mismo, describió la estructura del universo, mostró cómo determinar la masa de los planetas, el motivo de que la Tierra esté achatada en los polos y sea más ancha en el Ecuador, cómo funcionaban las mareas, la sucesión de los equinoccios y el movimiento de los cometas.

Newton se había convertido en el científico más famoso de Inglaterra y pronto de todo el mundo. Haciéndose buen conocido de los personajes políticos influyentes de su sociedad comenzó a tener discípulos de todas partes del mundo.

Para 1696 se le confió el puesto de Director de la Casa de Moneda. Convirtió a la institución en la más eficiente de Londres. Sería promovido a Gobernador de la Casa de Moneda en 1699.

Años más tarde Newton propuso se acuñara una moneda conmemorativa para la Reina Ana. En 1705, ella viajó a Cambridge para nombrarlo caballero por su excepcional trabajo en ciencias… Sir Isaac Newton.

A pesar de la fama y fortuna, Newton continuaba con su gran problema de toda la vida, el socializar con seres humanos.

Jamás se casó y no se le conoce mayor romance que el que tuvo con una joven a los diecinueve años. La única relación interpersonal que tuvo, fuera de la ciencia fue la de madre e hijo.

A la muerte de Robert Hooke, en 1705 fue nombrado Presidente de la Royal Society. Su primer acto fue desaparecer todo registro de su más grande rival y moldear la sociedad a su imagen.

Al año siguiente publicó su trabajo dentro de la Royal Society titulado Ópticos. El libro era una refinación acerca de sus trabajos anteriores acerca de la luz, y en contraste a su primer trabajo, éste fue admitido sin una sola palabra de crítica.

En su vejez, al igual que en su juventud, halló refugio en sus trabajos de cálculo. Ello en parte motivado por la disputa de su invención con Leibniz. En sus últimos años Newton recibió un sinfín de elogios y reconocimientos, en Europa Voltaire y sus discípulos lo idolatraban.

Cuando Newton falleció en 1727, los ritos funerarios tuvieron el esplendor digno de un rey.

Fue enterrado entre la realeza, en la Abadía de Westminster. El poeta Alexander Pope compuso el epitafio: “La naturaleza y sus leyes yacían envueltas en la noche. Dios dijo “¡hágase Newton!” y todo fue luz”.

Newton ha sido y seguirá siendo modelo e inspiración para incontables generaciones. Es uno de los mayores ejemplos del poder del genio humano. Sus aportaciones revolucionaron al mundo y continúan haciéndolo. Es sin lugar a duda uno de los grandes personajes que moldearon el mundo.

Nota: Existen dos fechas diferentes para el nacimiento y muerte de Isaac Newton.

Nació en Woolsthorpe, Lincolnshire, Inglaterra y murió en Kensington, Londres, Inglaterra.

Segun el calendario juliano nació el 25 de diciembre de 1642 y murió el 20 de marzo de 1727.

Según el calendario gregoriano actual, nació el 4 de enero de 1643 y murió el 31 de marzo de 1727.
Copiado del muro Carlo Deras

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