Ópticas Constructivas
Dr. Rogelio Díaz Ortiz
Una de las más tradicionales costumbres decembrinas es la realización de las Posadas, las cuales se verifican del 16 al 24 del décimo segundo mes del año.
Su origen se remonta a la época de la conquista de México, por los españoles, sustituyendo el ritual que los aztecas realizaban a Huitzilopochtli durante el mes de diciembre.
Su duración es de nueve días porque simbolizan los meses de
gestación de Jesús.
A pesar de los niveles de inflación y crisis económica, en lo general, no es obstáculo suficiente para que, en la medida de las posibilidades de cada quien, las Posadas se realicen como una manifestación de hospitalidad, fe, amistad, amor y solidaridad.
Ponche o atole, velas, cantos, luces de bengala, “aguinaldos” y por supuesto una piñata, forman parte de cada una de ellas.
Suele ser costumbre, que la piñata (s) posea siete puntas, las cuales representan los pecados capitales (avaricia, soberbia, lujuria, gula, pereza, ira y envidia), la olla “forrada” se interpreta como el mal, debe romperse con un palo, fragmentarla es la demostración de que la virtud ha terminado con las tentaciones, identificadas por el contenido a base de frutas de la temporada y/o dulces, realizarlo con los ojos vendados es para exponer que la fe es ciega.
Los muy “estrictos” afirman que los participantes en el rompimiento de una piñata, “deberían” dar 33 vueltas antes de realizar el intento de romper la piñata. Lo anterior, por señalar que cada vuelta significa un año en la vida de Jesús.
Las velas son parte muy importante, ya que se interpretan como la luz que ilumina el camino de los peregrinos, mientras que las luces de bengala simbolizan las estrellas que guiaban el camino de María y José.
El reparto de “aguinaldos” es un acto de generosidad, unión familiar y amistad. Su tamaño no importa, ya que su contenido suele ser ampliamente disfrutado por quienes lo reciben. Hacen que las Posadas sean un oasis en el que la fraternidad, alegría y buenos deseos eclipsen todo tipo de negatividad, le confieren a la Navidad la magia y deseabilidad que posee.
Hoy la inseguridad que pulula por los cuatro puntos cardinales de la geografía nacional, invita a que la realización de las Posadas sea en horario y lugar más adecuado para los participantes.
Es recomendable que no se “contamine” este tradicional festejo con bebidas embriagantes ya que se puede perder limites, intención convivencia y festejo.
La Navidad esta cada vez más cerca, disfrutemos de su llamado para magnificar coincidencias, alejémonos de todo tipo de violencia, convivamos en paz y armonía, manifestemos con respeto y humildad nuestro cariño, agradecimiento y solidaridad.
Esta es, sin duda, una de las mejores épocas del año por lo que hagamos todo lo posible para alejar cualquier pensamiento o acción que evite disfrutarla.
Como siempre, estimado lector o escucha usted tiene la última palabra.