CULTURALÍAS
Por Eduardo Aguirre
Breves de nuevo año 2024:
Las candidatas a la presidencia de México no presentan gran cosa en sus propuestas para la cultura y las artes. Hasta el momento en lo que vemos de sus precampañas, no mencionan profundamente acerca del tema. Es de preocupar en un país que está llamado a ser un Partenón de América, por su extraordinaria riqueza cultural, pero, desgraciadamente, mal administrada. Además, hace falta que se genere impulso a la cultura en la nación de las apologías del crimen, tal es el caso de la música de contenido y mensajes violentos.
A la clase política les continúa importando más lo que les eleve votos; conciertos masivos y caros al erario, que dejan constancia efímera de su duración y no cultivan espíritus de creatividad. Solo son meros espectáculos de ocasión. En cambio, el recurso invertido en esos shows mediáticos, podría invertirse en apoyar los proyectos de artistas independientes, extender las becas a los autores con trayectoria en situaciones de pobreza y marginalidad, crear los espacios de talleres y comedores para los creadores que pasan hambre, y andan buscando en las cantinas que les inviten unas botanas de perdida.
Es lamentable mirar cómo el estado desperdicia recursos onerosos en llenar estadios, en vez de aprovechar el talento de sus artistas locales, de motivarlos a montar exposiciones, apoyarlos a que sólo se dediquen al cultivo de las artes en sus distintas disciplinas.
En vez de esto, tenemos a maestros de trayectoria mendigando comida barata y buscando rentas en cuartos podridos, contrastando con el jugoso pago que se da a los artistas que vienen a presentarse un solo día.
Un fatal desperdicio de talentos que bien podrían convertir al estado en una industria cultural
