ÓPTICAS CONSTRUCTIVAS
DR. ROGELIO DÍAZ ORTIZ
Ha iniciado el 2025 y con ello se presentan nuevas oportunidades para soñar, construir y provocar el futuro deseado.
Después de suculentas viandas, deliciosas bebidas e imperdonables postres, se encuentra en la conciencia de la mayoría adoptar una dieta saludable e iniciar una rutina de ejercicio físico que nos permita “vernos bien y sentirnos mejor”.
Son muchos los retos que se visualizan en el horizonte, la denominada “cuesta de enero” es amarga realidad para los bolsillos de la inmensa mayoría de los mexicanos.
Como no queriendo ya aumentaron el precio del gas, lubricantes, diésel y gasolina, el costo del agua potable y el impuesto predial.
Sin contar que cigarros, refrescos, chocolates y otros productos también han actualizado su costo.
Se presume que el transporte público y productos de la canasta básica también sufrirán de incremento por lo que el recién aumento al salario mínimo se ha pulverizado.
La próxima investidura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ha puesto “nerviosos” a los mercados internacionales, la paridad peso / dólar a desfavorecido a la moneda nacional, la guerra en Ucrania y la tensión en Medio Oriente también presiona a la economía local y global.
En ejercicio de introspección agradecemos todas las bendiciones recibidas durante el 2024, reconocemos que fue un extraordinario ciclo de aprendizaje, fue escenario de algunos claros oscuros, espacio en el que partieron algunos afectos y llegaron unos nuevos. De ahí, la congruencia de la afirmación de que… “Ni todo lo bueno ni todo lo malo es para siempre”.
Sin duda, el mes de enero es momento propicio para hacer realidad sueños y aspiraciones, para dejar el discurso y transformarlo en acciones, es ocasión para partir de cero hacia la construcción de
mejores sentimientos, de total disposición para crecer como seres humanos, para darnos la oportunidad de equivocarnos y encontrar el camino del éxito.
Es oportuno darse la oportunidad de brindar cuidadoso mantenimiento a nuestros afectos, diciendo y ejerciendo acciones que permitan a nuestros seres queridos saber cuánto los amamos y a nuestros amigos cuánto los valoramos.
Intentemos solo escuchar y comunicar información verídica y benéfica, desechando chismes, rumores y comentarios catastrofistas.
Hagamos de la humildad y amabilidad nuestra premisa, distintivo y bandera, solicitando cualquier servicio por favor y agradeciendo cada detalle, experiencia y atención recibidos.
Evitemos hacer promesas que no estamos dispuestos a cumplir o generar expectativas lejos de nuestra realidad, no emitamos halagos superficiales o “consejos” que no han sido solicitados.
Debemos tener presente que no siempre se acierta a la primera vez por lo que es necesario ser constante, disciplinado y mantener siempre el entusiasmo necesario para hacer realidad todos nuestros sueños.
Habrá que intentar… intentar… intentar.
Quizá el secreto consiste en establecer metas alcanzables, ir paso a paso y día a día, sin la necesidad de correr, pero manteniendo siempre el paso.
Debemos tener presente que el tiempo avanza, “casi sin sentirlo”, que la vida puede concluir sin previo aviso en un instante por lo que siempre será conveniente disfrutar y hacer trascendente cada instante, momento, minuto y segundo.
Con todos los aciertos y errores del 2024, debe ser 2025 escenario de evolución, a pesar de cualquier obstáculo, real o imaginado.
¡La vida es bella … gracias por esta nueva oportunidad!