“Para mi querida CHINA” RDO’

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Ópticas Constructivas

Dr. Rogelio Díaz Ortiz

Con especial agrado comparto con los lectores y escuchas de este espacio mi especial satisfacción y agradecimiento con el Creador al permitirme paladear el cierre, de uno de los muchos ciclos, de los que se compone la vida.

Sin duda, la vida se desarrolla en un constante e inacabo proceso de inicio y cierre de ciclos. Algunos muy agradables, otros de aprendizaje, a veces arriba… a veces abajo, con instantes tristes y hasta dolorosos, solos y acompañados, con momentos de intensa alegría y satisfacción.

Hoy apelo a su paciencia ya que les compartiré algunos de los ciclos que le han tocado vivir a mi querida hija Martha Patricia, a quien con cariño le decimos “La China”.

No hace mucho tiempo que disfrutaba de sus travesuras infantiles, su picara sonrisa, innata capacidad para establecer relaciones humanas, permanente curiosidad, inagotable optimismo y amor por la vida.

Su eterna y amorosa paciencia esperando mi llegada a casa, recibiéndome siempre con una sonrisa y una larga crónica de su diario acontecer.

Su proclividad para que le pasarán todo tipo de “accidentes”, afortunadamente sin consecuencias, lo mismo en casa que en la calle, la escuela y el hogar.

Su paso por las aulas del Colegio Panamericano del Sol liderado por el Maestro Manolo, su transcurrir en el Instituto Valladolid con el necesario apoyo en Matemáticas y Física de nuestro querido amigo “El toques”; su incorporación a la comunidad Lasallista, siguiendo la huella de sus hermanos mayores y finalmente su “inesperado” deseo de convertirse en Chef, aspiración apoyada y lograda en el Colegio Culinario de Morelia.

Con sensibilidad Martha Patricia entendió que el éxito verdadero no es consecuencia de la casualidad sino de la constancia, la disciplina y el cumplimiento de los sueños, por lo que ha pasado, sin prisa alguna, del escenario del discurso a la contundencia de las acciones.

Esto último no ha sido sencillo ya que ha tenido que dejar, en varias ocasiones, la comodidad de vivir como “princesa” para incorporarse a la realidad que reclama puntualidad, compromiso y disciplina.

De esta manera, tuvo la experiencia “formativa” de colaborar en la dirección de Asuntos Internos de las Secretaria de Seguridad Pública adquiriendo total claridad de lo que significa cumplir con un horario y una responsabilidad, aunque también con la dulce satisfacción de cobrar el primer cheque generado por su trabajo.

Posteriormente, se le presento la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en las aulas al enfrentar la responsabilidad de laborar en el Club Britania de la ciudad de Morelia, lo cual fortaleció su experiencia, auto estima y valores.

Atendió la invitación del Comité de Ciudades Hermanas de Yakima, Washington para auxiliar a la Chef Livier Ruiz en la elaboración de la cena, a base platillos típicos michoacanos, denominada “Noche de Agave… aromas, sabores y sonidos de Michoacán”.

Ha fungido como traductora, coordinadora de eventos, maestra de ceremonias, conferencista, tallerista, fotógrafa y actualmente docente en un par de prestigiadas instancias académicas.

Su gusto por el servicio publico se ha visto recompensado al colaborar en el Ayuntamiento de Morelia.

Integra al comité de ciudades hermanas Yakima – Morelia, a la coordinación de la Bandera de la Paz y a la Fundación Génesis SUCAYM.

Su formación como Licenciada en Ciencias Culinarias se ha enriquecido con el paso del tiempo al “rescatar” recetas familiares, experimentar con ingredientes y crear aromas, sabores y texturas que le han ido ganando prestigio y deseabilidad.

En los últimos años ha sido responsable de la elaboración de las cenas de Navidad y Año Nuevo que reúne a todos los integrantes de la familia, espero que este 2023 no sea la excepción.

Hace unos días “cerro” su ciclo de estancia en el hogar familiar para iniciar un nuevo ciclo de vida al lado de, su hoy esposo, Alejandro.

He de confesar que al verle vestida de blanco y firmar el contrato matrimonial las lágrimas me “traicionaron”, no se si de felicidad o nostalgia al saber que ha iniciado la formación de una nueva familia.

Desde el fondo del corazón deseo a mi amada “China” que en este nuevo ciclo en su vida le acompañen siempre: salud, amor, fe, respeto, tolerancia, oportunidades laborales, felicidad, satisfacciones y éxitos.

Estoy seguro que siempre contará con el respaldo incondicional de quienes somos su familia, que logrará cada uno de sus sueños y que seguirá siendo un ser de luz para todos.

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